Smart City y Blockchain
- innovalink
- 19 ene 2022
- 3 Min. de lectura
La ciudad inteligente es una suma de nuevas tecnologías en torno a la digitalización y la sostenibilidad que incluyen sistemas descentralizados, redes de sensores basados en IoT, aplicación de big data e inteligencia artificial a la gestión urbana e interconexión de todos los elementos. Esto abarca desde sensores de polución ambiental, edificios verdes positivos en carbono, iluminación callejera inteligente, señales de tráfico u hogares inteligentes, todo ello conectado por medio de Internet inalámbrico de alta velocidad como son las redes 5G.

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¿Pero esa ciudad existe ya? Aunque la ciudad inteligente es un proceso más que una realidad concreta, sí que hay ejemplos de ciudades que están avanzando en esa dirección. Por ejemplo, Copenhague, la capital de Dinamarca, se ha propuesto llegar a ser positiva en carbono para el año 2025.Tal objetivo se alcanzará por medio de una red eléctrica inteligente surtida por medio de energías renovables, pero también con la utilización de big data para mejorar la eficiencia de los edificios públicos, reduciendo en un 25 %el gasto de agua y energía. La ciudad también está dotada de sensores en su sistema de alcantarillado y sus contenedores de residuos, mientras que sus autobuses cuentan con sistemas de localización GPS.
Blockchain: La clave para el funcionamiento de la smart city
Para que una Smart city sea digna de tal nombre, debe ser capaz de conectar millones de dispositivos entre sí. De ahí que el Internet de las Cosas (IoT) vaya a ser uno de sus pilares. Pero hace falta algo más que interconexión: es preciso que los dispositivos, tales como los contadores eléctricos, los vehículos autónomos o las estaciones de carga puedan verificarse dentro del sistema, que existan protocolos seguros y que sean compatibles en toda la red.
El Foro Económico Mundial publicó recientemente un informe sobre la aplicación de blockchain a las cadenas de suministros que es extrapolable a la gestión de las ciudades inteligentes. En él se apuntaba a cuestiones como la compatibilidad de los contratos inteligentes y mecanismos de consenso o la estandarización de los datos. La cadena de bloques tendrá ahí mucho que decir. Estos serían tres ejemplos básicos:
1. Movilidad
Pensemos en un coche eléctrico compartido que circule por la ciudad. Por un lado, quizá necesite recargar su batería en una estación de carga. Puede que circule por una zona con un tráfico elevado. Más adelante, también necesitará una plaza de aparcamiento.Todas esas interacciones podrán registrarse por medio de blockchain. Desde el pago en la estación de recarga hasta la ocupación de la plaza de aparcamiento, pasando por su ubicación a la hora de predecir atascos. A su vez, todo ello sirve para generar un “pasaporte” del vehículo que permite a las aseguradoras conocer su estado y su historial de reparaciones.
2. Energía
En una ciudad inteligente y sostenible, los edificios no sólo consumirán energía, sino que también la generarán gracias a vidrios fotovoltaicos y otras fuentes de energía renovable. A eso se suma la electrificación de la movilidad que hemos mencionado en el caso anterior. Por ejemplo, un coche podría aportar electricidad a un hogar en momentos en los que la energía tiene un mayor coste y cargarse en franjas tarifarias más favorables. La gestión de toda esa red eléctrica inteligente tendrá un aliado fundamental en la cadena de bloques. Y también permitirá garantizar la trazabilidad de la energía y su origen renovable, tal como ya está haciendo la plataforma GREENCHAIN.
3. Gestión de residuos
La gestión de los residuos es uno de los grandes indicadores de sostenibilidad urbana. Además de los contenedores inteligentes, existen numerosos proyectos basados en blockchain en este sector. Un ejemplo sería Plastic Bank, una iniciativa que compensa con pagos en criptodivisas por la recolección de residuos de plástico en zonas costeras. Algo así como el pago por botella de vidrio, pero en versión blockchain.
Si bien muchos países ya están transitando hacia una smart city, aún hace falta un largo camino por recorrer. Según un informe de Businesswire, se espera que el mercado de las ciudades inteligentes supere los dos billones de dólares para el año 2024, con un crecimiento anual del 24 %, convirtiéndose en un sector altamente atractivo para invertir en innovación.
Información recuperada de: Innovation Hub y Bloomberg
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